5 Señales de que tu empresa tiene saldo a favor en SUNAT

saldo a favor

En la gestión diaria de un negocio, es fácil concentrarse en las ventas y los gastos visibles, pero ¿qué hay de las fugas de dinero silenciosas? Una de las más comunes y costosas es el saldo a favor no reclamado en la SUNAT. Muchos empresarios asumen que si pagan sus impuestos, el tema está cerrado. La realidad es que podrías estar pagando de más, generando un saldo a favor que es, por derecho, capital de tu negocio. Para saber si a tu empresa le corresponde una devolución de impuestos, debes estar al tanto de varios aspectos clave.

Te compartimos una lista de señales para detectar si tienes un saldo a favor sin reclamar.

  1. Eres exportador de bienes o servicios Esta es la señal más evidente. La lógica es simple: Si tus facturas de venta van a clientes en el extranjero, estás ante una clara oportunidad. El sistema tributario peruano busca no exportar impuestos. Por ello, tus ventas al exterior están exoneradas de IGV. Sin embargo, para producir ese bien o servicio, sí pagaste IGV en tus compras de insumos, materias primas o servicios locales. La ley te permite recuperar el 100% de ese IGV de tus compras, convirtiéndose en un saldo a tu favor. Si tu empresa exporta de manera regular, no es una pregunta de si tienes un saldo a favor, sino de cuánto es y cuándo lo vas a recuperar. No solicitar esta devolución significa operar con costos más altos que tu competencia internacional, renunciando a un flujo de caja mensual o trimestral que podría financiar tu crecimiento.
  2. Tus clientes son Agentes de Retención Si tus principales clientes son grandes empresas o entidades estatales, es muy probable que sean Agentes de Retención designados por SUNAT. Estos clientes son aquellos que al pagarte emiten un Comprobante de Retención y se quedan con un 3% del IGV de tu factura para pagarlo directamente a la SUNAT. Lo podrás reconocer al revisar tus reportes de cobranza. Entra a tu Clave SOL y busca la sección de Comprobantes de Pago Electrónicos. Hay una opción para consultar los Comprobantes de Retención Electrónicos que te han emitido. Si mes a mes ves que estas retenciones se acumulan y superan el IGV que te toca pagar, esa diferencia se convierte en un saldo a favor. Es muy común en empresas que le venden a grandes compañías.
  3. Tus Proveedores clave te aplican percepciones del IGV Funciona de forma similar a la retención, pero al revés, ocurre cuando compras productos de consumo masivo a grandes distribuidores. Ciertos proveedores, designados como Agentes de Percepción, están obligados a cobrarte un monto extra (generalmente el 2%) sobre el total de tu compra. Revisa las facturas de tus principales proveedores (combustibles, cervezas, productos de consumo masivo, etc.). Si encuentras el concepto Monto de percepción, estás haciendo pagos adelantados de IGV. Similar a la retención, estás financiando a la SUNAT por adelantado con tu propio capital. Ese 2% extra en cada compra, sumado en el tiempo, puede representar una cifra muy significativa.
  4. Tus pagos a cuenta de renta del año pasado fueron excedentes Los pagos mensuales del Impuesto a la Renta son estimaciones basadas en tus ingresos. Mes a mes, tu empresa paga un adelanto del Impuesto a la Renta anual. Este pago se calcula con un coeficiente o un porcentaje de tus ingresos. Pero es solo una estimación, la cifra final y real se determina en la Declaración Jurada Anual. Si tus ganancias fueron menores a lo proyectado, es muy probable que hayas pagado de más durante el año. Pide a tu contador una comparación simple: el monto total que pagaste en Pagos a Cuenta durante todo el 2024 versus el Impuesto a la Renta final calculado en tu declaración de marzo de 2025. Si pagaste más de lo que debías, la diferencia te corresponde.
  5. Tus ventas bajaron, pero tus pagos a cuenta se mantuvieron Este es un caso específico del punto anterior y muy común en PYMEs. Tal vez tuviste un mal trimestre, perdiste un cliente importante o el mercado se contrajo. Tus ingresos bajaron, pero seguiste pagando el mismo monto de Impuesto a la Renta mensual por inercia o por no haber solicitado la suspensión o modificación de los pagos. Verifícalo comparando tus ventas del primer semestre del año pasado con las del segundo. Si hubo una caída notable, pero tus pagos a cuenta de Renta se mantuvieron estables, es casi seguro que pagaste de más.

Si al leer esta lista te has sentido identificado, acabas de dar el primer paso: la identificación. Estas señales son el síntoma, pero ahora necesitas un diagnóstico preciso.

El siguiente paso es verificar con tu contabilidad los montos exactos, asegurarte de tener todos los documentos en regla y, finalmente, presentar la solicitud a la SUNAT. No es un proceso para tomar a la ligera, ya que un error podría retrasar o anular tu devolución.

No ignores estas señales. El dinero que podrías recuperar es un capital de trabajo valioso que puede servir para pagar a proveedores, invertir en nuevo equipamiento o darte la tranquilidad financiera que todo negocio necesita.

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