Afrontar una fiscalización por devolución de impuestos no debe ser una fuente de temor si la empresa ha hecho su trabajo de preparación.
Estar preparado para una fiscalización no solo minimiza el estrés y la incertidumbre, sino que acelera drásticamente la aprobación y, lo más importante, protege a la empresa de la detección de contingencias que podrían resultar en multas.
Esta guía detalla qué implica una fiscalización por devolución, qué busca exactamente un auditor de la SUNAT y cómo debe prepararse su empresa para afrontar este proceso con orden, seguridad y solvencia técnica.
Entendiendo la Fiscalización
Una fiscalización es el procedimiento mediante el cual la SUNAT comprueba la correcta determinación de la obligación tributaria. En el caso de una devolución, comprueba la correcta determinación del saldo a favor.
Tipos de fiscalización tributaria
En el marco de una devolución, su empresa puede enfrentar principalmente dos tipos de fiscalización:
- Fiscalización parcial: Es la más común para estos casos. Se enfoca en revisar un tributo y un período específico. Por ejemplo, si solicita la devolución de un saldo de IGV acumulado en el último semestre, la fiscalización se centrará únicamente en el IGV y los documentos de esos seis meses.
- Fiscalización parcial electrónica: Es un procedimiento más moderno y rápido. La SUNAT utiliza su propia base de datos para realizar cruces de información y, si detecta inconsistencias, notifica requerimientos a través del Buzón SOL para que el contribuyente adjunte documentos de forma digital. La interacción es completamente virtual.
El Proceso de Fiscalización
El procedimiento de fiscalización es formal y sigue una secuencia clara establecida en el Código Tributario.
Paso 1: La notificación de Inicio (Carta y Requerimiento N°1) Todo empieza con una notificación formal en su Buzón Electrónico SOL. Recibirá dos documentos:
- La Carta de Presentación: Informa el inicio de la fiscalización, el tributo y período a revisar, y presenta al auditor o auditores asignados.
- El Requerimiento N° 01: Es el documento clave que detalla la primera lista de libros, registros y documentos contables que la empresa debe presentar.
Paso 2: La Presentación de la información La empresa tiene un plazo legal estricto para presentar todo lo solicitado en el requerimiento. Usualmente, este plazo es de diez (10) días hábiles. La puntualidad y, sobre todo, la completitud de la información entregada en esta etapa son cruciales.
Paso 3: La Revisión y los requerimientos adicionales El auditor analizará la información presentada. Es muy probable que, producto de esta revisión, surjan nuevas dudas. Si esto ocurre, el auditor emitirá nuevos requerimientos solicitando información más específica, como contratos, correos, pruebas de pago de una factura en particular, etc. Cada uno de estos requerimientos tendrá su propio plazo de respuesta.
Paso 4: El Cierre de la fiscalización Al finalizar toda la revisión, el auditor emite un «Resultado del Requerimiento». En este documento, comunica sus conclusiones.
- Si no hay observaciones: Se indica que la información presentada es conforme. El proceso de devolución continúa hacia la aprobación.
- Si hay observaciones (reparos): El auditor detallará las inconsistencias encontradas (ej. un crédito fiscal no válido). Se le otorgará a la empresa un plazo para que presente sus «descargos», es decir, sus argumentos y pruebas para refutar las observaciones.
¿Qué busca un auditor de la SUNAT?
Un auditor no busca errores al azar. Sigue una metodología para verificar cuatro aspectos fundamentales:
1. Consistencia y trazabilidad de la información El auditor busca la «cadena de valor» de la información. Verificará si los montos de sus facturas coinciden con su Registro de Compras, si este a su vez coincide con los asientos en el Libro Diario, y si todo esto es consistente con lo declarado en sus PDT mensuales.
2. Validez Formal y Sustancial de los Comprobantes No solo revisará que la factura exista. El auditor validará:
- Que el proveedor estuviera «Activo» y «Habido» en la fecha de emisión.
- Que la operación esté bancarizada si corresponde.
- Que el comprobante cumpla todos los requisitos formales (descripción, fechas, montos).
3. Fehaciencia de las operaciones Este es un punto clave. El auditor buscará pruebas de que la operación que sustenta el comprobante fue real y efectiva. Puede solicitar contratos, guías de remisión, correos electrónicos de coordinación, informes de conformidad del servicio, fotografías del bien adquirido, etc.
4. Correcta aplicación de la normativa tributaria Finalmente, verificará que su empresa haya aplicado correctamente las leyes. Por ejemplo, que haya calculado correctamente la depreciación de sus activos, que no haya usado como crédito fiscal el IGV de gastos personales, o que haya respetado los límites para la deducción de ciertos gastos.
¿Cómo comportarse durante la fiscalización?
- Designar un único interlocutor: Centralice toda la comunicación con el auditor a través de una sola persona, idealmente su contador o asesor tributario.
- Ser ordenado y puntual: Presente la información de forma ordenada, foliada (numerada) y siempre dentro de los plazos. Esto proyecta una imagen de control y profesionalismo.
- Responder estrictamente a lo solicitado: Entregue únicamente la información y los documentos que el auditor ha requerido explícitamente. No proporcione información de más que no haya sido solicitada.
- Documentar toda interacción: Mantenga un archivo cronológico de todas las notificaciones recibidas, los requerimientos y los escritos de respuesta presentados.
Conclusión
El éxito de la fiscalización de una empresa no depende de la suerte ni de la subjetividad del auditor, sino de haber preparado la contabilidad, validado los documentos y ordenado la información de antemano.
Una empresa que está lista para ser fiscalizada es una empresa que tiene control sobre su propia información. Esta preparación transforma un proceso que podría ser estresante y largo en una simple validación técnica, allanando el camino para una devolución exitosa y sin contratiempos.
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